"No decía palabras,acercaba tan sólo un cuerpo interroganteporque ignoraba que el deseo es una preguntacuya respuesta no existe"No decía palabras ,
porque esa tormenta malsana de su interior había cesado, y ahora miraba y suspiraba sin brillo en los ojos durante cientos de horas por la ventana,como alguien a quien le aterran los truenos y de repente descubre que ya no hay tormenta,ni temor por ella,ni alivio de que haya acabado ni mañana que llegue fulgurante avisando de ello.
Porque la Nada devora.Y la tristeza al menos es una sensación.No decía palabras,solo alimentaba la rabia purulenta,las flores amarillas y la orquídea azul que crecía en la parte izquierda de sus pulmones ;esa que estallaba a veces tiznándolo todo,pero nunca por fuera.
Venganza se repetía una y otra vez,con la orquídea azul mordida y los ojos opacos.
Venganza es consuelo de tontos(y reía)
Lo que tenía era mucha pena por todo,pena de verdad como la de un viejo que se da cuenta de pronto que ha desperdiciado su vida y se ha meado en los pantalones,como un perro que agoniza en la cuneta o un payaso que no sabe hacer reir o alguien a quien le han arrebatado un futuro de dos por delante,un futuro de sonrisa luminosa de comer pipas los domingos porque no hay otra cosa de qué preocuparse,porque nada se curva peligrosamente porque nada no existe,porque la Nada no goza del honor de tener un nombre y hay que señalarla con el dedo para referirse a ella...