lunes, 22 de septiembre de 2008
sábado, 20 de septiembre de 2008
jueves, 18 de septiembre de 2008
Tapáme los ojos: hace frío detrás de las ventanas y este sábado el invierno se disuelve entre nosotros. Da vértigo Tapáme los ojos. No sé qué hacer con este frío sobre mi cuerpo algunas noches, reconozco esa marca detenida en mis muñecas: signo que mostrar orgullosa levantando los brazos: "Esto han hecho con mi cuerpo". Así como un refugiado muestra sus dedos sin uñas y eso se vuelve su último orgullo. El tuyo. Da vértigo, el frío recortando cada objeto.
Entre nosotros Llega otro invierno Una papa humeando en un cacharro de metal -para ver desde allí- los ojos del amo: tapáme la cara mirando hacia adentro, hacés té y leés tranquilo al calor de lámpara afuera el invierno golpea, no sé qué puedo decirte desde este puerto: "hizo frío y el día se extinguió lentamente -casi- sin dolor". Ahora se dan vuelta los ojos y sube el vértigo, cubrirse la cara tapá este frío de refugiada que mataría por el calor de una papa. Cuerpo helado al costado del camino -el mío- frente a una linterna encandilada, para gritar: esto han hecho conmigo. Mientras la noche profunda se instala y corren suaves gotas sobre las ventanas. "No, no deberíamos ser apacibles." Ahora: ojos volcados hacia adentro como quien dice -levantando los brazos- "hagan lo que quieran con este cuerpo", en medio del invierno vos leés al calor de la lámpara y esta noche se instaló suave, prácticamente calma.
Andi Nachon,Poema inédito.
miércoles, 17 de septiembre de 2008
Una niña mala
Quiero ser una niña mala y no lavar nunca los platos y escaparme de casa. No voy a explicarle las tareas a nadie, ni a tender la cama. No quiero esperar en el balcón, suspirando y aguantando lágrimas, la llegada de papá. Ni con mamá ni con nadie. Cuando sea una niña mala gritaré, lloraré dando alaridos hasta que la casa se caiga. Cuando sea una niña mala no voy a volver a marearme y a vomitar. Porque no voy a subir al auto que no quiero, para dar las vueltas y los paseos que no quiero, ni voy a comer lo que no quiero, ni a temer que alguien diga si vomitas te lo tragas, pero a papá no se lo hacen tragar. Yo voy a ser una niña mala y sólo voy a vomitar cuando me de la gana, no cuando me obliguen a comer.
Llegaré con rastros de lápiz rojo en la camisa, oleré a sudor y a trago y me acostaré con la ropa sucia puesta y roncaré hasta despertar a toda la familia. Todos despiertos, cada uno callado en su rincón, respirando miedo. Quiero ser el ogro y comerme a todos los niños, especialmente a los que no duermen mientras yo ronco y me ahogo. Porque los niños cobardes me irritan. Quiero niños malos, y quiero una niña mala que no se asusta por nada. No le importa ni la pintura ni la sangre, prefiere las piedras al pan para dejar su rastro, y aulla con las estrellas y baila con su gato junto a la hoguera. Ésa es la niña que voy a ser. Una niña valiente que puede abrir y cerrar la puerta, abrir y cerrar la boca. Decir que sí y decir que no cuando le venga en gana, y saber cuándo le da la gana. Una niña mojada, los pies húmedos en un charco de lágrimas, los ojos de fuego.
La niña mala no tendrá que hacer visitas ni saludar, pie atrás y reverencia, ni sentarse con la falda extendida, las manos quietas, sin cruzar las piernas. Las cruzará, el tobillo sobre la rodilla, y las abrirá, el ángulo de más de noventa, la cabeza alta y la espalda ancha y larga, y se tocará donde le provoque. No volverá a hacer las tareas, ni a llevar maleta, ni a dejarse hacer las trenzas, a tirones, cada madrugada, entre el huevo y el café. Nadie le pondrá lazos en la coronilla ni le tomarán fotos aterradas. Tendrá pelo de loba y se sacudirá desde las orejas hasta la cola antes de enfrentarse al bosque.
No me paren bolas, gritará la niña mala que quiere estar sola. No me miren. No me toquen. Sola, solita, se subirá con el gato a sillas y armarios, destapará cajas y bajará libros de estantes prohibidos. Cuando tenga su casa y cierre la puerta, no entrará el hambre del alma, ni los monos amaestrados, ni curas ni monjas. El aire de la tarde la envolverá en sol transparente. Las palomas y las mirlas saltarán en el techo y las terrazas, y las plumas la esperarán en los rincones más secretos y se confundirán con los lápices y las almohadas. Se colgarán gatos y ladrones y tal vez alguna rata, por error, porque sí, porque van a lo suyo, de paso, y no saben de niñitas, ni buenas ni malas. Armará una cueva para aullar y para reír. Para jugar y bailar y enroscarse. Para relamerse.
Ahora el balcón está cerrado. El gato todavía recorre y revisa los alientos. Es tarde y la niña buena, sin una lágrima se acurruca y se duerme.
Cuento de Montserrat Ordóñez. Colombia
Llegaré con rastros de lápiz rojo en la camisa, oleré a sudor y a trago y me acostaré con la ropa sucia puesta y roncaré hasta despertar a toda la familia. Todos despiertos, cada uno callado en su rincón, respirando miedo. Quiero ser el ogro y comerme a todos los niños, especialmente a los que no duermen mientras yo ronco y me ahogo. Porque los niños cobardes me irritan. Quiero niños malos, y quiero una niña mala que no se asusta por nada. No le importa ni la pintura ni la sangre, prefiere las piedras al pan para dejar su rastro, y aulla con las estrellas y baila con su gato junto a la hoguera. Ésa es la niña que voy a ser. Una niña valiente que puede abrir y cerrar la puerta, abrir y cerrar la boca. Decir que sí y decir que no cuando le venga en gana, y saber cuándo le da la gana. Una niña mojada, los pies húmedos en un charco de lágrimas, los ojos de fuego.
La niña mala no tendrá que hacer visitas ni saludar, pie atrás y reverencia, ni sentarse con la falda extendida, las manos quietas, sin cruzar las piernas. Las cruzará, el tobillo sobre la rodilla, y las abrirá, el ángulo de más de noventa, la cabeza alta y la espalda ancha y larga, y se tocará donde le provoque. No volverá a hacer las tareas, ni a llevar maleta, ni a dejarse hacer las trenzas, a tirones, cada madrugada, entre el huevo y el café. Nadie le pondrá lazos en la coronilla ni le tomarán fotos aterradas. Tendrá pelo de loba y se sacudirá desde las orejas hasta la cola antes de enfrentarse al bosque.
No me paren bolas, gritará la niña mala que quiere estar sola. No me miren. No me toquen. Sola, solita, se subirá con el gato a sillas y armarios, destapará cajas y bajará libros de estantes prohibidos. Cuando tenga su casa y cierre la puerta, no entrará el hambre del alma, ni los monos amaestrados, ni curas ni monjas. El aire de la tarde la envolverá en sol transparente. Las palomas y las mirlas saltarán en el techo y las terrazas, y las plumas la esperarán en los rincones más secretos y se confundirán con los lápices y las almohadas. Se colgarán gatos y ladrones y tal vez alguna rata, por error, porque sí, porque van a lo suyo, de paso, y no saben de niñitas, ni buenas ni malas. Armará una cueva para aullar y para reír. Para jugar y bailar y enroscarse. Para relamerse.
Ahora el balcón está cerrado. El gato todavía recorre y revisa los alientos. Es tarde y la niña buena, sin una lágrima se acurruca y se duerme.
Cuento de Montserrat Ordóñez. Colombia
domingo, 14 de septiembre de 2008
Todo el día de hoy ha valido la pena sólo por sentir la carretera resbalando bajo las ruedas ,como una sierpe de asfalto inmensa,mientras la voz de Beth Gibbons daba forma al silencio y ponía acentos oscuros en cada pensamiento,en cada ilusion de larga cola.
Saber de pronto todo el mecanismo,tener conciencia de cada tuerca. Ser omnisciente .Un puto diocesillo del momento.Porque la piel es sólo una excusa y no consigo ponerte rostro en mis sueños.
Meter quinta y sentir el aire frío en la cara.
La felicidad debe ser esto:enamorarte de cada momento.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
lunes, 8 de septiembre de 2008
ReflexionesRecuerdosRetazos en el Bus
Frase y foto que me asaltaron en una curva del asfalto:
"Es necesario llevar en si mismo un caos para poner en el mundo una estrella danzante."
Decoración del baño de señoras en el "Chile"(pub cercano a la fuckultad):
BSO del trayecto:
canción de Camarón ,romance de Federico García Lorca.
*EL ARTE ENGENDRA ARTE*
PEQUEÑO DIÁLOGO INFINITO:
El-las nubes son espuma de arcoiris
Ella-el orín de los pantalones de un viejo.
"Es necesario llevar en si mismo un caos para poner en el mundo una estrella danzante."
Decoración del baño de señoras en el "Chile"(pub cercano a la fuckultad):
BSO del trayecto:
canción de Camarón ,romance de Federico García Lorca.
*EL ARTE ENGENDRA ARTE*
PEQUEÑO DIÁLOGO INFINITO:
El-las nubes son espuma de arcoiris
Ella-el orín de los pantalones de un viejo.
domingo, 7 de septiembre de 2008
El 13 de Noviembre estaré bajo agua,
sintiéndome un alga azul,
o blanco polar,
voy a volar por encima de vuestras cabezas.
Voy a morir de amor.
P.D :Sigur Ros el 13 de Noviembre ,en Barcelona( sala Razzmattazz).
Etiquetas:
murió de amor limpiando una lechuga
jueves, 4 de septiembre de 2008
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