lunes, 31 de agosto de 2009
jueves, 27 de agosto de 2009
martes, 25 de agosto de 2009
Ceremony
Estoy cansada de buscar.
Voy a quedarme en la próxima parada como quien se queda,
sin letrero luminoso,ni cartel de "se busca"con mi foto.
-Echaré el telón rojo telón-
Cuando era niña nunca me perdí en la playa.
Las cosas que se pierden se quieren más.
Me bajaré del vagón silenciosamente,
ya sabeis mi nombre.
Pondré un esparadrapo a la boca del destino
y me perderé dulcemente.
Me perderé esperando.
Esperaré perdiéndome.
Entonces el color rojo,las palabras todas,el gato blanco,el rostro de la verdad,la nostalgia de lo que no se tuvo y las manos abiertas que dí darán voces a la soledad,dormirán en mi almohada para oler mi champú y se limpiarán las lágrimas con billetes de trenes
Voy a quedarme en la próxima parada como quien se queda,
sin letrero luminoso,ni cartel de "se busca"con mi foto.
-Echaré el telón rojo telón-
Cuando era niña nunca me perdí en la playa.
Las cosas que se pierden se quieren más.
Me bajaré del vagón silenciosamente,
ya sabeis mi nombre.
Pondré un esparadrapo a la boca del destino
y me perderé dulcemente.
Me perderé esperando.
Esperaré perdiéndome.
Entonces el color rojo,las palabras todas,el gato blanco,el rostro de la verdad,la nostalgia de lo que no se tuvo y las manos abiertas que dí darán voces a la soledad,dormirán en mi almohada para oler mi champú y se limpiarán las lágrimas con billetes de trenes
lunes, 17 de agosto de 2009
" No es que pueda vivir, es que quiero. Es que yo quiero. La vieja carne al fin, por vieja que sea. Porque si la memoria existiera fuera de la carne no sería memoria porque no sabría de qué se acuerda y así cuando ella dejó de ser, la mitad de la memoria dejó de ser y si yo dejara de ser todo el recuerdo dejaría de ser. Sí, pensó. Entre la pena y la nada elijo la pena. "
William Faulkner,"Las palmeras salvajes "(fragmento)
ojos de Faulkner
William Faulkner,"Las palmeras salvajes "(fragmento)
ojos de Faulkner
miércoles, 5 de agosto de 2009
Nocturno
Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,no sé si me querían, y si esperaban verme.En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,una sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.Mi mujer sube y baja una pequeña escaleracomo un capitán de navío que desconfía de las estrellas.Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.Afuera parece como si multitudes de caballos se acercarana la ventana que tengo a mi espalda.
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